Había pensado que era feo, él había entendido que era feo, había sentido que era feo, sin embargo cuando Elsa lo miró sin miedo a los ojitos, se sintió el reptil más vivo y pleno de la naturaleza.
Pasó una tarde repleta de juegos, de risas con esa niña que no lo juzgaba, que no lo etiquetaba, tanto disfrutó que se le olvidó el pensamiento y el sentimiento y sencillamente se convirtió en un lagarto plenamente feliz.
¿Quién es hermoso o feo? ¿Qué es bueno o malo? Tira la balanza del juicio y sonríe, mira la vida como un bebé.
[pull_quote_center]Ahora es… sin juicios. [/pull_quote_center]