Los valientes, los que han cambiado la queja por una sonrisa, los investigadores del día, los “escuchantes” de la pasión, los científicos sin comparativas se han sentado a la mesa de un encuentro real:
Primer Congreso Internacional de Comunicación Positiva.
Este evento celebrado en la Universidad Loyola Andalucía nos recuerda que la comunicación positiva no es una frivolidad. La directora de Marketing y Comunicación de Adecco y expresidenta del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Margarita Álvarez expresó como muchas estadísticas banalizan este campo: “las personas que comen yogurt helado son más felices…”.
Afortunadamente crecen los análisis detallados que hablan de epigenética y cambios en el ser humano gracias a la psicología positiva, al pensamiento positivo y por supuesto a la comunicación positiva.
Si a corto plazo recordamos más lo negativo como medida pasada para protegernos del animal que nos persigue, esa supervivencia se ha terminado. ¡¡Ha finalizado la era del homo sapiens, estamos naciendo!! Ha llegado el momento de escuchar al nuevo ser humano positivo.
Gracias a la iniciativa de Cristina Pulido y de José Antonio Muñiz de la Universidad Loyola Andalucía, podemos hablar desde Sevilla de un encuentro científico que ha reunido a investigadores de siete países distintos.
José Antonio Muñiz sabe que esta iniciativa es imparable, en próximos congresos seguirán divulgando y al mismo tiempo también construyendo comunicación positiva, viviendo una experiencia positiva. Este profesor habla con pasión de una visión interdisciplinar, “que acudan ingenieros, profesionales de la cultura, personas de todos los ámbitos…”.
Muñiz detalla herramientas de la psicología positiva.
“Pongamos el foco en lo positivo, por ejemplo, en lugar de estudiar los perjuicios en los adolescentes o en los niños por el uso de internet, localicemos los beneficios del pequeño bloguero que muestra su pasión y sus capacidades en la red”.
Me quedo con #TitularesVitales de este Congreso de Comunicación Positiva:
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Encuentra tu don y ejércelo, es un ingrediente vital para la felicidad.
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La importancia y la fuerza del agradecimiento diario.
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La entrega a los demás sin esperar nada a cambio.
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Finaliza con las comparativas, somos únicos, somos uno.
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En el sistema educativo toca ahora enseñar a gestionar emociones.
