Miles, millones de años buscando la máquina del tiempo y resulta que ya está inventada. Los investigadores Luis Castellanos, Diana Yoldi y José Luis Hidalgo nos demuestran que la llave que abre este vehículo se llama: lenguaje positivo.
Ahora es… lenguaje positivo: una máquina para viajar al futuro
¿Estás preparado para esta aventura?
Dibuja tu máquina, utiliza tu imaginación sin límites y abróchate el cinturón. Bueno si en tu vehículo es necesario… puede que tu fórmula para viajar sea flotar en el tiempo.
Luis Castellanos nos regala palabras con horizonte. Dibuja un mapa creativo del verbo para sembrar “Conversaciones con Futuro”. Nos da la clave:
“el lenguaje positivo tiene la capacidad de inventar el futuro”.
Ahora tenemos la oportunidad de crear. Somos dueños de inventar nuestro futuro. ¿Cómo deseas que sea el tuyo querido lector? Adelante, sin miedo, puedes elegir una vida luminosa, repleta de “palabras regalo”.
En la charla con este autor de “La ciencia del lenguaje positivo” descubro maravillas.
Emprendo ese viaje, primeras marchas y velocidad para aprender a “no juzgarnos tan duramente” cuando aparece el lado oscuro. Podemos encontrarnos con las palabras: problema, enfado, queja… sin atascarnos en ellas. Empequeñece el tropiezo y construye frases nutritivas, como las joyas lingüísticas que ofrece Luis en esta obra que ha escrito con Diana Yoldi y José Luis Hidalgo.
Mi máquina del tiempo es redonda, confortable, tiene unos retrovisores donde ver el pasado. La ventaja es que estos espejos ofrecen la capacidad de reducir los “errores ya vividos”. Tiene un botón naranja donde “cambiar la forma de narrarme a mí mismo”.
Este efecto ha generado una ola de mejoras en la historia… y ahora con el turbo puesto hacia el futuro. Véase que el “turbo” en mi máquina del tiempo es una velocidad repleta de paciencia, coherencia y respeto.
El motor tiene una calificación ecológica, porque sus niveles de contaminación son inexistentes, aunque si genera contagio de entusiasmo.
Viajar en esta máquina del tiempo es “aprender a vivir”. Como explica en este reportaje planetario Luis Castellanos, el trabajo con las palabras es un regalo “sobre todo hay que creértelo, es importante, porque el desánimo es fácil que llegue a lo largo del día e imagina a lo largo de años. Por eso es fundamental creer que lo puedes hacer”.
¿Te subes a tu nave del tiempo y no crees que puedas llegar a 2025? Tus palabras entonces son inseguras y asustadas… “yo no puedo con esto…, no sirvo para…, no tengo capacidad de… pero… es que”. En este libro te encuentras claves vitales como: LA VIDA ES ACCIÓN Y LAS PALABRAS SON SU ENERGÍA. Es un combustible que depende de ti. Castellanos nos recuerda que aprendamos a decir SÍ: “las palabras están hechas para crear”.
En esta máquina del tiempo llevo un diccionario de palabras positivas. Es una de las muchas herramientas que te propone el equipo de “El Jardín de Junio” en este libro “La ciencia del lenguaje positivo”.
Asimismo en esta nave redonda tengo un despertador, suena cuando se me queda dormida alguna palabra GIGANTE que verbalizar en este maravilloso viaje.
Mi nave para viajar en el tiempo se pilota casi sola. Miro de vez en cuando los retrovisores del pasado, contemplo por el cristal principal el futuro y disfruto del presente. Además cuando me impaciento por llegar al 2025, año de destino, abro la caja mágica de las palabras MADRE.
En la charla con Luis Castellanos me ha regalado tres diamantes: SÍ, CURIOSIDAD y HABITAR. Como explican estos autores en su obra, “desde hace años trabajamos intensamente en la plasticidad de los cerebros de las personas para que aprendan a modificar su lenguaje y, a través de él, a modificar sus emociones”.
Es el botón prodigioso de la “plasticidad cerebral”. De hecho “la política cambiará, la educación cambiará, la salud cambiará… porque el lenguaje cambiará”.
He compartido unos minutos dialogando con Luis Castellanos de los sistemas educativos. Me apetecía mostrarle la anécdota de los vendedores de zapatos en la selva. Uno elige el camino de es “imposible vender aquí” y otro pide refuerzos porque nadie lleva calzado aún. Luis explica, “tenemos mucha facilidad para olvidar… digamos que hoy en día la educación está sin zapatos”. Un apasionante reto porque está casi todo por hacer.
Desde mi particular máquina del tiempo redonda abro una ventanilla automática. Me sirve para lanzar palabras positivas, aquellas adecuadas para el ser humano. Son mis palabras MADRE hoy: RESPETO, COHERENCIA y ABUNDANCIA.
Gracias Luis Castellanos por habitar palabras sencillamente VIVAS.
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